miércoles, 15 de abril de 2009

"el arte es la anticipación a la vida eterna" Kierkergaard.
Yo diría, es la anticipación a la eternidad.

Cada alma tiene la necesidad de plasmar, de convertir lo que hace en un arte, así dejar una porción de sí en ello. En cada vida terrenal debemos producir, no dinero, sino arte, sea la expresión que sea. Podemos y debemos llevar nuestra vida a la vocación, no sirve un trabajo, como hoy en día, de alienación, como diría Marx, no podemos convertirlo en un arte, es automático, estresante, agotador, no podemos plasmas en él más que una etapa oscura de nuestro alma. Ésta se nutre en cada vida, de conocimientos, sentimientos, emociones, pensamientos, los cuales nos rigen en nuestra vida física, pero es necesaria una plasmación de cada uno de ellos. Una vez alcanzado el máximo saber y la máxima expresión del ser, todo eso hay que plasmarlo para dejar cuenta de ello en este mundo, y convertirlo en lo más eterno posible. Una vez logrado, el alma se encontrará completamente plasmada y dispersada por el mundo, desintegrada por ahí. Nosotros ¿qué somos además de sentmientos, pensmaientos, conocimientos, senaciones? Nada... No somos lo que tenemos, de hecho, es más lo esas cosas nos dominan a nosotros, que lo que nosotros a ellas. El plasmarlo todo es una necesidad del ser, que busca libertad, que busca escapar, mediante la expresión, de esa opresión que le genera su mente, bajo los dominios de las imposiciones culturales. El alma necesita escapar y expresarse de vez en cuando. Si continúa opresa puede llegar a convertirse en el Hyde del Dr. Jekyll.