lunes, 31 de enero de 2011


Abrí los ojos y no estabas ahí,
intenté no mirar,
pero el sueño no me dejaba dormir.

Tu ausencia era como una puñalada sin fin,
afuera llovía,
pero el sueño no me dejaba dormir.

Quería un abrazo y un sí,
dejé de buscarte,
pero el sueño no me dejaba dormir.



Por fin desperté y estabas ahí,
durmiendo profundamente,
siempre estás junto a mí.