viernes, 28 de agosto de 2009





Todas las noches el fantasma del célebre artista Amancio Williams deambula (a veces con visitas) por las ruinas de una de la más impresionantes obras de arquitectura que existen. Mira los nuevos graffitis, los restos de alguna visita anterior, cuenta cuantos vidrios cayeron al suelo ese día, recuerda alguna anécdota que allí vivió. Más entrada la noche comienza el repertorio de sus composiciones en las cuerdas desafinadas de ese magnífico piano de cola, así la casa recobra la vida resurge de sus riunas. La nostalgia llega a él; recuerda como era antes todo y la felicidad que esa casa le otorgaba; y vovler a la realidad y ver como se destruye todo ese lugar que el diseñó ... Así se le pasan las horas, meditando y meditando, hasta que las ramas de los arbóles dan paso a los primeros rayos de luz y hay recambio de visitas, pero el fantasma no tiene tiempo para ellos debe volver a dormir...